En esta ocasión tuve la oportunidad de ir hasta Almería, casi 400 kilómetros, para disfrutar de los maravillosos paisajes del desierto de Tabernas y sus alrededores. Eso sí, como anécdota podemos contar que llevaba años sin llover en el desierto, y tuvimos la suerte (por decir algo) de estar presentes en ese acontecimiento. Las risas y la buena compañía siguen siendo la tónica de estas pequeñas aventuras vividas junto a Fotografiando La Noche.
Sorbas